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No hay nada mejor que un buen desayuno de verano. Despertarse sin alarma, los primeros rayos del sol colándose por una cortina italiana antigua y el olor a café procedente de la cocina. En estos largos y placenteros días no se nos ocurre un desayuno mejor que este: una tosta de queso de cabra con higos. Dulce pero salado, nutritivo y delicioso al mismo tiempo, y sobre todo, sencillo.
Para preparar esta tosta necesitarás un buen queso de cabra. En Formaje te recomendamos Valleoscuro, aunque también podría encajar un Moluengo u Olavidia.
Ingredientes (2 tostas)
100 gramos de queso de cabra Valleoscuro
2 rebanadas de Pan de masa madre
4 Higos
Miel (opcional)
Romero (opcional)
Frutos secos (opcional)
Elaboración
Comienza tostando tu maravilloso pan (si está recién hecho no será necesario) de pueblo, de masa madre, de semillas, de aceitunas, de cúrcuma… el que más te guste de toda la panadería, porque es verano, porque quieres, porque puedes y porque te lo mereces.
Empezamos. Sobre cada rebanada de pan coloca unos trozos de nuestro queso Valleoscuro laminado. El corte no debería ser demasiado fino, nos gusta sentir la mordida.
Encima coloca una gajos de higo que le darán ese toque naturalmente dulce a la tosta. Truco: si eres un verdadero gourmand, pasa los higos por una sartén a fuego lento y deja que se cocinen durante unos minutos. Esto hará que se ablanden y endulcen todavía más.
¡Extra, extra! Si eres un goloso, puedes añadirle un chorrito de miel. Si te gustan las especias, échale un poco de romero por encima. Los frutos secos siempre son buenos acompañantes, prueba con unas nueces troceadas, unos pistachos o incluso piñones.
Así de simple, así de fácil de preparar y así de rico. Prepárate un café, ponte manos a la obra con tu tosta y disfruta de tu próximo desayuno. El verano está para complacerse.
