Natural (RAE):

‘’que forma parte de la naturaleza de algo y es propio o característico de ello’’.

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Ofrecemos quesos cuya elaboración responde a los métodos y principios de la quesería tradicional, basados en el no añadido de ningún aditivo o compuesto que no sea estrictamente necesario para la concepción del queso. Nuestros quesos sólo cuentan con cuatro ingredientes —a veces, ni siquiera—: leche, cuajo, fermentos, sal.

Trabajamos con productores que están comprometidos con una mejora constante de sus prácticas ganaderas. Damos prioridad a quienes practican el pastoreo, al tratarse de un sistema de manejo que prima el bienestar animal y el respeto de sus ciclos naturales, además de crear un importante valor en la leche, vinculándola a la flora autóctona del territorio. De la misma manera, priorizamos a las ganaderías que trabajan con razas autóctonas, en un intento por recuperar la identidad y diversidad territorial.

Entendemos la elaboración con leche cruda (no pasteurizada) como una apuesta por la biodiversidad en el queso y en el territorio. Creemos que los esfuerzos del binomio ganadero- quesero han de estar dirigidos hacia la obtención de una materia prima de calidad que pueda expresarse en su totalidad durante la elaboración del queso, aportando todo su carácter y personalidad. La leche cruda es un canto a la diversidad, la complejidad, y la heterogeneidad en las producciones queseras.

El compromiso con la excelencia que perseguimos en las fases productivas, ha de verse reflejado en el producto final: buscamos quesos de propiedades organolépticas óptimas, con un alto valor gastronómico. Nos aseguramos de que los quesos de nuestra selección puedan ser considerados únicos, tomando el sabor como el mejor indicativo de calidad.

Trabajamos con nuestros productores para asegurar unos estándares de higiene y pulcritud que nos permiten estar satisfechos y tranquilos con los resultados obtenidos. Todas las fases del proceso de producción, desde la obtención de la leche hasta su transformación, así como las condiciones ambientales en los espacios de maduración del queso, influyen de manera definitiva en la calidad del producto final, lo que hace necesario un trabajo constante de control, así como de conocimiento del comportamiento de la materia prima.