Los quesos favoritos de Macarena
ENTREVISTA A MACARENA, DE NUESTRO EQUIPO DE ATENCIÓN AL CLIENTE EN FORMAJE
POR PILAR VIÑAS, DEL EQUIPO DE COMUNICACIÓN
Macarena empezó por casualidad en el mundo del queso artesano en 2015, en un pequeño puesto de un mercado. En 2016 su camino se cruzó junto con el de Clara y Adrián y desde ese momento trabajaron juntos hasta que, cuando en 2020 ellos fundaron Formaje, Macarena no dudó en dar el salto con ellos y unirse a su equipo. Macarena sabe de lo que habla, y simplemente con oler el queso conoce todas las entrañas que esconde. Lleva 7 años recomendando el mejor queso para cada cliente, y hoy comparte su gran experiencia con nosotros.
¡HOLA, MACARENA!
Hola, Pilar.
CUÉNTANOS, ¿CUÁLES SON TUS FAVORITOS?
Mis quesos favoritos son aquellos que me despiertan sensaciones, me evocan recuerdos y me trasladan a lugares. ¿Es posible que un queso te haga despertar, evocar y sentir? Sin duda alguna.
Uno de mis quesos favoritos y que me genera esto es Casín. Es un queso muy peculiar y especial. Disfruto de su sabor intenso y amargo que, curiosamente, puede resultar incluso refrescante. La clave con Casín es cortarlo de forma adecuada: en láminas muy finitas para que su diversidad de matices se aprecie y moderar su intensidad.
Otro de mis quesos favoritos, que no puede faltar en mi tabla de quesos, es Moluengo. Este queso me evoca los recuerdos de mis inicios en el sector lácteo. La primera quesería que visité fue Quesos La Rueda. Su productor José Luis Abellán es uno de los pioneros en elaborar este tipo de quesos a nivel nacional. Un tercero imprescindible Gamoneu del Valle. Cada vez que lo pruebo me traslada a los Picos de Europa. Tuve la oportunidad de conocer esta maravillosa tierra en un viaje de formación que hice para aprender más en las elaboraciones de Gamoneu y Cabrales.
¿DIRÍAS QUE HAY QUESOS MÁS FÁCILES Y OTROS MÁS DIFÍCILES? ¿O ES TODO CUESTIÓN DE GUSTOS?
No creo que haya quesos más fáciles o quesos más difíciles. En mi opinión, es la experiencia, familiaridad y el consumo que se tenga en el día a día de cada uno. El paladar se acostumbra a cierto sabores, aromas y olores. En nuestra tienda de Chamberí, he podido ver cómo niños de apenas dos años disfrutaban de quesos intensos como Espadán, Picón e incluso Casín. Es maravilloso ver que a esas edades, hay determinados tipos de quesos que generan curiosidad inesperada en sus paladares inquietos. Cierto es, también, que cuando tengo que aconsejar a un cliente una tabla de quesos (y si es de sus primeras veces) intento aconsejarle quesos de sabores más delicados, como Olavidia o Pasiego.