Intolerantes a la lactosa, bienvenidos a Formaje
Víctimas de las intolerancias y de las digestiones pesadas: hay quesos que sí podéis comer.
Os explicamos brevemente el proceso por el cual los quesos pierden (de manera natural) la lactosa a lo largo de su maduración:
La lactosa es un azúcar que está presente en la leche, y sirve de alimento a las bacterias del ácido láctico, que son las bacterias presentes en la leche cuyo trabajo es transformar este azúcar (lactosa) en ácido mediante procesos oxidativos: se alimentan de la lactosa para ‘’acidificar’’ el medio. Este proceso comienza en la coagulación de la leche y se alarga durante todo el proceso de maduración del queso, por lo que cuanto más avanza la maduración del queso (cuanto más viejo es), menos lactosa tiene, hasta que a los 18 meses de maduración, ya no hay lactosa en el queso.
Formaje por Pablo Zamora
En Formaje tenemos una selección de quesos aptos para intolerantes a la lactosa. Todos tienen más de 18 meses de maduración. Entre ellos destacan, el Gouda, el Montgomery's Cheddar, el Parmigiano Reggiano DOP 30 meses y el Comté DOP Marcel Petite 15M.