El queso desde una perspectiva nutricional
El consumo de queso ha sido siempre y sigue siendo, sujeto de grandes debates al respecto de sus cualidades: su condición de alimento graso y el gran estigma que todos los alimentos grasos arrastran (debido a la desinformación popular que impera al respecto de las propiedades de los alimentos, en gran parte promovida por la aparición de dietas varias que condenan grupos alimenticios sin piedad ni fundamento) hacen del queso un alimento que a día de hoy sigue considerándose ''tabú''.
Hemos pedido ayuda a Lis Valera, nutricionista especializada en dietética y trastornos de la conducta alimentaria y amiga de la familia Formaje para ayudarnos a resolver algunas de las dudas y mitos más comunes que aún a día de hoy siguen suponiendo un lastre para el universo lácteo.
Lis Valera (33) nació en Barcelona, donde empezó su carrera profesional como maquilladora, y al convertirse en madre de tres terremotos pasó de crear looks de maquillaje a crear recetas saludables para su familia. A través de estas se enamoró del mundo de la nutrición. En 2020 acabó sus estudios de dietética y seguidamente se especializó en trastornos de la conducta alimentaria. Ha escrito dos libros de recetas saludables y actualmente se dedica a crear contenido foodie en Instagram y llevar asesorías nutricionales.
¿DESDE UN PUNTO DE VISTA NUTRICIONAL, QUÉ BENEFICIOS DESTACARÍAS ASOCIADOS AL CONSUMO DE LÁCTEOS?
Los lácteos constituyen un grupo de alimentos, en general, bastante completo desde el punto de vista nutricional. Son una gran fuente de calcio, fósforo y magnesio, y, además, son ricos en vitaminas del grupo A y B. La leche, el alimento madre de todos los lácteos, contiene cantidades parecidas de los tres macronutrientes (carbohidratos, grasas y proteína), por lo que se considera un alimento bastante completo.
ADEMÁS DE DICHOS BENEFICIOS, EN FORMAJE HABLAMOS CONSTANTEMENTE A NUESTRA COMUNIDAD DEL GRAN ALIADO QUE ES EL QUESO PARA LA SALUD COMO PRODUCTO FERMENTADO, AYUDANDO A LA REGENERACIÓN Y FORTALECIMIENTO DE LA FLORA INTESTINAL. ¿LOS ALIMENTOS PROBIÓTICOS DEBERÍAN DE SER UNA CONSTANTE EN NUESTRA DIETA DIARIA?
Por supuesto. Los fermentados son un grupo de alimentos probióticos muy interesantes a nivel nutricional y, además, altamente digeribles ya que las bacterias han hecho parte de la digestión por nuestro sistema digestivo. Una dieta alta en alimentos fermentados fortalecerá nuestro sistema inmune gracias a la diversidad bacteriana que esta aportará a la microbiota intestinal. La fermentación de los alimentos, además, hace que aumente la presencia de vitaminas como la K2, una vitamina fundamental para la salud de nuestros huesos y nuestro sistema circulatorio. Por todas estas razones, los alimentos probióticos deberían estar más que presentes en nuestra dieta.
EL QUESO SE VE CONDENADO EN OCASIONES POR SU CONTENIDO GRASO; SIN EMBARGO, LAS GRASAS DE ORIGEN ANIMAL TIENEN GRANDES BENEFICIOS. ¿PODRÍAS HABLARNOS DE ALGUNOS?
¡Las grasas saturadas y el colesterol que contiene el queso son precisamente los nutrientes que lo hacen altamente nutritivo! Las grasas son un macronutriente esencial para el ser humano. Nuestras células están rodeadas de membranas compuestas por ácidos grasos, sobre todo saturados. Estamos hechos de grasa, por lo que limitar su consumo es un error (sobre todo en mujeres, son fundamentales para nuestro sistema hormonal). Durante años se ha culpado a la grasa de provocar enfermedades cardiovasculares pero un metaanálisis de 2019 revela una relación inversa entre la ingesta de queso y dichas enfermedades. E incluso existen estudios que demuestran que los quesos bajos en grasa no son mejores que los más grasos para nuestra salud cardiovascular. Algunos quesos, además, contienen ácido linoleico conjugado que se conoce por sus propiedades anticancerígenas.
Charo gonzalez pardo -
Articulo muy interesante