Cómo conservar el queso en casa
El queso es un alimento vivo que guarda humedad en su interior, y cuyos matices van perdiéndose cuando el queso se va secando. Por tanto, el objetivo es siempre conservar el grado de humedad óptimo en el queso. Llegado un punto, el queso perderá humedad irremediablemente, por eso te aconsejamos que nunca compres más queso del que puedas consumir en (como mucho) una semana: pasado ese tiempo, el queso dejará de estar en su punto óptimo de consumo. ¡Ojo! eso no significa que no puedas comerlo pasado ese tiempo, pero probablemente haya perdido el carácter y los matices que le caracterizaban cuando lo compraste.
Cuanto más pequeños sean los cortes, más rápido se seca el queso: obvio, ¿no? Para intentar evitar un secado precoz, intenta nunca cortar más queso del que vayas a consumir en el momento: así no tendrás que guardar ‘’trozos pequeños’’ que vayan a terminar olvidados (y secos) en un rincón de la nevera.
Lo ideal, siempre, es precortar el queso lo menos posible: saca la cuña entera del frigo, deja que se atempere durante más o menos media hora antes de consumirlo, ponlo en el centro de la mesa, disfrutadlo, y una vez terminéis, vuelve a guardar la pieza entera en la nevera.
