Quesos para intolerantes a la lactosa
Para todos aquellos a los que el día en que os comunicaron una intolerancia a la lactosa os lo tomasteis como si os hubiesen comunicado el fin del mundo... hay esperanza: es esta selección. Son los cuatro quesos que tenemos que cuentan con una maduración mayor de dieciocho meses: eso significa que en ninguno de ellos hay lactosa; la pierden de manera natural.
Os explicamos brevemente ese proceso: la lactosa es un azúcar que está presente en la leche, y sirve de alimento a las bacterias del ácido láctico, que son las bacterias presentes en la leche cuyo trabajo es transformar este azúcar (lactosa) en ácido mediante procesos oxidativos: se alimentan de la lactosa para ‘’acidificar’’ el medio. Este proceso comienza en la coagulación de la leche y se alarga durante todo el proceso de maduración del queso, por lo que cuanto más avanza la maduración del queso (cuanto más viejo es), menos lactosa tiene, hasta que a los 18 meses de maduración, ya es un queso sin lactosa.
Ahora, a disfrutar.
Peso aproximado 1kg. La tabla contiene:
Comté, 250g
Gouda de vaca, 250g
Parmigiano, 250g
Pitchfork Cheddar, 250g