Divirín
Divirín son sabores de mantequilla y nata en el interior envueltos en aromas húmedos y de bodega en el exterior (la corteza). Acércatelo a la nariz antes de comerlo y verás de lo que hablamos: Divirín en nariz es tierra. Su textura es muy cremosa y la corteza enmohecida es, al gusto, aterciopelada y empolvada. Una amalgama de diferentes variaciones de moho Penicilium pueblan la corteza haciendo que la textura del queso se vuelva cada vez más cremosa durante el proceso de maduración hasta llegar a desarrollar un interior que es pura delicadeza.
POR QUÉ NOS GUSTA
Aquí hay una cuestión emocional irrevocable: La Jarradilla es de las primeras queserías en las que nos dejaron meter las manos en la cuajada y Alvaro, María y todo el equipo de La Jarradilla son, para nosotros, ''de casa''. Dejando de lado la parte sentimental, Divirín es uno de esos quesos que podríamos considerar ''unicornio'' tanto dentro como fuera de nuestro país: no hemos conocido una pasta blanda de vaca que se le asemeje ni siquiera un poco; el desarrollo de mohos en la corteza y la influencia de estos en la textura del queso es bastante único y particular, así que no compite con nadie en su categoría... ni falta que hace. También nos gusta de La Jarradilla su eslogan: ''orgullosos de ser pequeños''.