Este es el fresco de cabra que siempre queremos tener en la nevera: es fresco, salino y elástico: tiene ese punto sabroso y flexible que nos encanta en los frescos de cabra (y que no todos tienen) y que los hace diferentes de los frescos de otras leches (los frescos de vaca u oveja no tienen esa elasticidad). Un truco: prueba a cortar lonchas y hacerlos ''vuelta y vuelta'' en la sartén: sin aceite ni nada. Un bocado súper rico y una forma de sacarle partido al tradicional fresco.
Peso: 330g.
POR QUÉ NOS GUSTA
Nos gusta este proyecto porque pertenece a un joven matrimonio (Silvia y Paco) preocupados por su entorno y por ligar sus productos a la riqueza territorial que les ofrece su entorno natural, la sierra de Jaén. Transforman la leche de la ganadería familiar, un rebaño de cabras de raza malagueña que se alimenta y vive en pastoreo, alimentándose de la riqueza vegetal que ofrece Sierra Morena: retama, tomillo, bellota, heno silvestre y hojas de olivo. Todos estos matices, se trasladan a la leche, llenando los quesos de esta pequeña quesería de singularidad, directamente ligados a su entorno vegetal.